6.8.06

Allium cepa


El hecho cotidiano e intrascendente de picar una cebolla, tiene implicaciones muy fuertes, muy profundas, que han echado raíces y de alguna manera han permeado nuestra vida.
Haciendo una analogía con uno de los diálogos de Platón, encontramos que:
¡Te das cuenta, Menòn, de que ya va éste (esclavo) en el camino de la reminiscencia? Porque al principio, no sabia desde luego, cuál es la línea de la figura de ocho pies, como tampoco ahora lo sabe todavía, pero en cambio, creía entonces saberlo y contestaba con la seguridad del que sabe, pensando no tener dificultad; mientras que ahora piensa que está ya en la dificultad, y del mismo modo que no lo sabe, tampoco cree saberlo.
Mientras que no conocíamos el peligro del cuchillo y la acidez de la cebolla, picarla era un hecho cotidiano, visto de lejos y ajeno a nosotros; más aún, no sabíamos que podríamos tener dificultad alguna en picarla, pero a medida que fuimos acercándonos al acto de picar, ya sea por medio de la observación, o por cualquier otro, creímos saberlo, pero hasta que tuvimos la oportunidad de constatarlo por cuenta propia, lo entendimos.
Este primer paso es trascendental, porque no es lo mismo cortar objetos planos que redondos; imaginemos el momento: vencer el miedo, acercarse y decidir hacerlo, aún a sabiendas del peligro, más, no concientes todavía del alcance o resultado; seguramente había una voz protectora en ese momento que nos animaba a hacerlo -¡hazlo, tù puedes!; quizás tuvimos que enfrentarlo a solas, aquí no se puede, no se acepta un ¿te ayudo?, es algo intimidante pero hay que hacerlo nosotros mismos, ahora y para siempre. Luego el hecho irremediable de decidir el tamaño, la velocidad, la distancia, si serìa el corte simétrico o asimétrico, fino o grueso, mientras nos enfrentamos al cuchillo y al ácido glutámico.
Este hecho no tiene comparaciòn con ningùn otro acto de nuestra vida, como seleccionar una pareja, dar un salto, adquirir una deuda; no, es el momento exclusivo de picar cebolla.
Vencer nuestros miedos aun a sabiendas de lo que nos espera, es lo que va haciendo nuestro carácter; la permanencia y la constancia harán de éste acto algo sublime y cotidiano, que nos mantiene alertas y que no nos costará esfuerzo a pesar de sus implicaciones.


Salud!

3 comentarios:

Pablo dijo...

Omnia mea mecum porto..! Debemos de cargar con todos nuestros miedos, abrazarlos, y hacer de la sapiencia y no del conocimiento, nuestra mejor arma... Digo yo...

AR dijo...

Interesate,mucho.Pensamientos, ideas, experiencias que de otros son nunca podrán ser identicas a las nuestras; por lo tanto solo viviendo cada uno se dará cuenta de los pros y contras de cada cosa, acciones y determinaciones.
Cada individuo es un mundo, y funcionamos distinto.
Arriesgar,perder;perder,ganar;ganar,arriesgar.Ganar en parte es haber arriesgado las cosas perdidas para dar espacio a otras más importantes(las que para nosotros lo son, apesar de no darnos cuenta).
Saludos marmo.

Pablo dijo...

Ya habrá tiempo... *-*