3.8.06

La varita mágica


Un solo toque al aire y convierte una realidad cotidiana en un mundo de fantasía, de color, de risas y nostalgia. Al toque de la varita mi mundo se transformó por arte de esa magia en un mundo pequeño, que apenas nacía, sin tristezas, sin dolor, sin recuerdos, con vivencias que se irían encadenando formando eslabones de una cadena que aùn no se cierra. Veo a través de la bruma del pasado, un grupo de niñas ataviadas con los vestidos de sus mamàs y los rebozos de las abuelas, con las zapatillas que les deforman su paso jacarandoso, ninguna tiene màs de doce años.

Desfilan risueñas y coquetas, sintiendose especiales, siguiendo la melodía de una mandolina que interpreta la “Marcha de Aída”. ¡Que belleza de niñas, que ternura de chiquillas y todas llevan una varita mágica hecha de papel aluminio!

1 comentario:

AR dijo...

Que lindos recuerdos; quisiera yo tener una varita magica, haria muchas cosas con ella.