Tabuti y la Trapecista
Parte IV
Esmeralda y Gabriel se juraron un día amor eterno y decidieron hacer su nidito de amor; lejos de la vida del circo; ella se llevó su ropa, sus ahorros y todo su amor, él llevó sólo amor y Tabuti quedó allá solo en el circo.
Desde que los jóvenes se fueron, el elefante enfurecido se negó a trabajar, se negó a recibir órdenes y un gran desconsuelo se notaba en su cara; se volvió huraño, taciturno y melancólico. Los días pasaban y Tabuti no daba señales de cambio y un día se negó también a comer.
Mientras Esmeralda veía pasar los días, se encontró con que Gabriel no era el hombre que ella ilusionada había escogido para toda la vida; pronto se dio cuenta que el se dedicaba sólo a vagar, exigir y molestarla; sus precarios ahorros se consumían rápidamente y lo que debería ser la alegría de su unión, se convirtió para Gabriel en una carga; Esmeralda estaba embarazada.
Tabuti pasaba los días echado de lado, el veterinario del circo le revisó concienzudamente y no encontró ningún mal que aquejara al paquidermo.
Los cuidadores del circo hicieron todo lo que estaba en sus manos por levantarlo; le hablaban, le cantaban, le daban comida en la boca y nada; alguien sugirió buscar a su amiga, -quizás, -dijeron estaba enfermo de tristeza y allá fueron a buscarla
La antes trapecista se encontró un día sola, sin dinero y sin amor; Gabriel no regresó más.
Pero Esmeralda no quería regresar al circo derrotada, sin embargo, cuando supo que Tabuti estaba enfermo, corrió a su lado.
Cuando llegó al patio del circo, 6 meses después de su partida, y vió a Tabuti, se quedó consternada; su voluminosa panza estaba hundida, su grande y bella cabeza se había reducido considerablemente, su piel antes gruesa y arrugada lucía ahora opaca, y su antes poderosa trompa que lebantaba gozoso al aire dando portentosos rujidos de júbilo y en la que ella se mecía cuando era niña, ahora era un pedazo flácido de músculo.
Lloró desconsolada. Se arrojo a su lado, abrazó su cabeza y le habló a su oído:
-Tabuti, soy yo. La gran familia del circo, que amaba al elefante, rodeaba la escena, Esmeralda levantó su oreja y le dijo llorando:
- Amigo, aquí estoy, no me iré más, por favor Tabuti no me dejes; Tabuti abrió lentamente sus ojos, mientras una triste lágrima apenas mojaban su cara; trato de mover su trompa pero su debilidad era mucha, aún así, hizo un gran esfuerzo y lentamente... muy lentamente la fue acercando a su amiga tratando de enrollarla a su cuerpo como había hecho tantas veces; todos lloraban; Esmeralda recordó los días felices de su infancia: Tabuti su amigo y tierno elefantito que la seguía por todos lados, Tabuti el travieso, Tabuti su amigo fiel y eterno enamorado, Tabuti.... ahora y Tabuti para siempre.
Esmeralda apretó fuertementelos ojos un momento mientras abundantes lágrimas corrian por su rostro, Tabuti en cambio cerró los suyos muy lentamente para siempre.
Esmeralda y Gabriel se juraron un día amor eterno y decidieron hacer su nidito de amor; lejos de la vida del circo; ella se llevó su ropa, sus ahorros y todo su amor, él llevó sólo amor y Tabuti quedó allá solo en el circo.
Desde que los jóvenes se fueron, el elefante enfurecido se negó a trabajar, se negó a recibir órdenes y un gran desconsuelo se notaba en su cara; se volvió huraño, taciturno y melancólico. Los días pasaban y Tabuti no daba señales de cambio y un día se negó también a comer.
Mientras Esmeralda veía pasar los días, se encontró con que Gabriel no era el hombre que ella ilusionada había escogido para toda la vida; pronto se dio cuenta que el se dedicaba sólo a vagar, exigir y molestarla; sus precarios ahorros se consumían rápidamente y lo que debería ser la alegría de su unión, se convirtió para Gabriel en una carga; Esmeralda estaba embarazada.
Tabuti pasaba los días echado de lado, el veterinario del circo le revisó concienzudamente y no encontró ningún mal que aquejara al paquidermo.
Los cuidadores del circo hicieron todo lo que estaba en sus manos por levantarlo; le hablaban, le cantaban, le daban comida en la boca y nada; alguien sugirió buscar a su amiga, -quizás, -dijeron estaba enfermo de tristeza y allá fueron a buscarla
La antes trapecista se encontró un día sola, sin dinero y sin amor; Gabriel no regresó más.
Pero Esmeralda no quería regresar al circo derrotada, sin embargo, cuando supo que Tabuti estaba enfermo, corrió a su lado.
Cuando llegó al patio del circo, 6 meses después de su partida, y vió a Tabuti, se quedó consternada; su voluminosa panza estaba hundida, su grande y bella cabeza se había reducido considerablemente, su piel antes gruesa y arrugada lucía ahora opaca, y su antes poderosa trompa que lebantaba gozoso al aire dando portentosos rujidos de júbilo y en la que ella se mecía cuando era niña, ahora era un pedazo flácido de músculo.
Lloró desconsolada. Se arrojo a su lado, abrazó su cabeza y le habló a su oído:
-Tabuti, soy yo. La gran familia del circo, que amaba al elefante, rodeaba la escena, Esmeralda levantó su oreja y le dijo llorando:
- Amigo, aquí estoy, no me iré más, por favor Tabuti no me dejes; Tabuti abrió lentamente sus ojos, mientras una triste lágrima apenas mojaban su cara; trato de mover su trompa pero su debilidad era mucha, aún así, hizo un gran esfuerzo y lentamente... muy lentamente la fue acercando a su amiga tratando de enrollarla a su cuerpo como había hecho tantas veces; todos lloraban; Esmeralda recordó los días felices de su infancia: Tabuti su amigo y tierno elefantito que la seguía por todos lados, Tabuti el travieso, Tabuti su amigo fiel y eterno enamorado, Tabuti.... ahora y Tabuti para siempre.
Esmeralda apretó fuertementelos ojos un momento mientras abundantes lágrimas corrian por su rostro, Tabuti en cambio cerró los suyos muy lentamente para siempre.
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FIN
13 comentarios:
Y a su pequeño lo llamó Tabutito y era trompudito.Después se conviertió en El Hombre Elefante
Buen final.
me gustó el cuento, pero Esmeralda no me cae bien ¬¬.. pobre Tabuti.
cherto!... siento lo mismo por esa personaja de caracter tan hipócrita, como lo fue la tal esmeralda. E igualmente terminé siendo amiga de Tabuti.
Ojalá que en una segunda parte la despidan del circo.
Jejeje.
¡Qué buena eres apara dibujar personajes, Marmoleja!.
Hagamos una votación y verás que la pobre esmeralda queda abajo y Tabuti se gana solito las palmas.
¿Alguien opina lo contrario?
pero un animal no piensa y un humano sí
emm.. el elefante es un ser humano también ¿que no?, y nosotros somos animales.. ¬¬ eso me hace dudar
..pero, viendo las circunstancias, preferiría ser un animal como Tabuti que una perra como Esmeralda que "piensa".
que cuento! ; )
A eso me refiero.
Los humanos somos seres pensantes (y la Esmeralda es una maldita perra, jeje que dizque piensa y todavía actúa a su conveniencia)
Los animales, en cambio, son "bestias" que no poseen el don del lenguaje escrito, como nosotros. O la capacidad de raciocinio. Aun así, dices bien, sería preferible ser una "bestia" si no te va a servir de nada esa capacidad de pensar.
Bueno, eso, independientemente de que los elefantes poseen una "memoria" por su instinto.
En fin, de cualquier forma, me gustó mucho el cuento.
otro,otro,otro!!!
o cuenta anecdotas tuyas... sonmuy divertidas.
Una docena de comentarios!
Muy bien, Marmoleja. Lo peor que puede pasar en un escrito (despúes de ser mal redactado por tener errores sintácticos u ortográficos) es:
* no ser leído
* no causar reacción alguna
* ser totalmente gris, así como una persona "buena", tan buena que nadie en el mundo se dé cuenta de su existencia.
Es decir, un escrito -el que sea- primero ser hecho con amor, o con la fuerza que te sea de mayor importancia. Debe ser elaborado así como hacer un platillo que llegará a paladares distintos, para que al final, cada quien quede con el deseo de manifestar su opinión de él.
Lo peor que puede pasar es que nadie opine nada. Pero además, (este es un consejo para quienes publiquen aquí o en cualquier otro medio masivo): Siempre que tengas críticas agrias, considéralas importantes. Muchas veces el lector no se atreve a decirlo, pero cuando encuentres alguien que sí lo exprese, ten en cuenta que si lo hace es porque le ha tomado importancia.
Alguien que quiere ser escritor, lo peor que le puede pasar es que sus allegados opinen que su trabajo "está muy bonito".
Al Bruno nunca le gusta que haga comentarios "que le den por su lado" sobre su trabajo (sea cuento o poesía) y sucede lo contrario con el común de la gente; la mayoría hasta se enojan gratis. En Guaymas por ejemplo, teníamos un grupo muy nutrido de talleristas que fueron dejando su silla porque no les gustaba recibir ningún tipo de crítica; menos, que les señaláramos los errores. En este puerto sucede eso muy fácilmente no sólo en la escritura, sino en el resto de las actividades comunitarias; por eso sucede que luego no logramos una calidad ni medianamente aceptable en bien de una sociedad.
Disculpa este royal, pero te lo digo precisamente porque veo que te gusta el arte de la escritura y tienes madera para ello; un arte o ejercicio que merece uno de los respetos más altos, pues a éste se debe el don que tenemos los humanos (y que es los que nos diferencia de los animales): la comunicación.
I´m sorry si a veces (o siempre) parezco una amargada.
Y te reitero que si me atrevo a decir todo esto es porque veo que aun puedes dar más. Si no me interesara, jamás me dignaría siquiera en hacer ningún comentario.
En fin...
todo lo que digo es SIEMPRE una simple sugerencia. Igual se los señalo a los tesistas de doctorado o maestría, que a un simple anuncio cuando paso por la calle. Pero no me quedo callada; ya es cuestión de quien recibe la sugerencia la tome o la deje y hasta (las más de las veces)hasta me gane un "enemigo" gratis, que ni siquiera sé quién es.
Ah! y la otra es que me gusta muchísimo jugar con el lenguaje... esa es otra de las maravillas posibles de ese arte.
Muchas gracias a todas(5)...
Gracias por leer; gracias por sus comentarios; mis pobres personajes son perras y bestias que piensan y se enamoran sólo en nuestra imaginación (jiji), voy a ver que se me ocurre, no he tenido inspiración.
Marmoleja: No te preocupes por los animales que toman actitudes humanas. La literatura tiene esa magia de hacer lo que los personajes pidan y necesiten hacer. De hecho, son seres que de manera perticular actúan (y a veces hasta sacan canas verdes al autor, pues ellos son los narradores, no el que escribe). Eso es lo rico de la literatura; de ahí que no puedas evitar ciertos movimintos realizados por ellos mismos.
Me imagino lo que tus alumnos opinarán de las medidas que tomaste, pero el maestro tiene libertad de cátedra; así que cada quien sabrá si toma o deja los consejos. Total: en su salud lo hallarán.
Mis mejores maestros fueron los que me señalaron los errores. Tuve muchos grises a quienes sólo recuerdo de nombre (por mi memoria de elefante)pero a quienes más recuerdo y jamás olvido son a los entonces maestros temibles; y les agradezco lo aprendido a cambio de aquellos tonos de voz que en ocasiones cauasaban más miedo que un perro bravo grrrrrrrrrrr.¡Jeje!
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