El cuadro
Parte III
Cuando terminó de pintar el cuello y empezó a dar forma al tronco, se lamentó de su poca destreza para dibujar, empezó a dar pinceladas arriba, abajo, sin ton ni son y dió por terminada la pintura.
Muy disgustado por no haber podido pintar en el reverso del cuadro, el cuerpo de la mujer que imaginó en el anverso, tomó una brocha muy gruesa, la empapó de pintura y tapó con ella el dibujo, quedando un gran manchón blanco; después con mucha parsimonia, lavó la brocha, se secó las manos, tomó el cuadro y con gran ímpetu lo aventó sobre la cama; este dio una pequeña vuelta de campana y cayó al derecho, Juan Carlos caminó unos diez pasos lentamente hacia la cama y observó, se inclinó, tomó el cuadro con mucho cuidado y observó de nuevo.
- Ohhhh, noooooo, mi casa, ¿Qué le pasó al dibujo de mi casa?
Una gran mancha blanca había tapado toda la fachada, una gran parte del cielo y los arbustos, que tanto trabajo le había costado arreglar.
- Esto no tienen sentido –se dijo, el material es de mala calidad; seguramente puse mucha cantidad de pintura y se trasminó a través del cartón-tela.
Volteó de nuevo el cuadro y ahí estaba “su mujer” tapada con la misma mancha blanca.
Puso cuidadosamente el cuadro sobre el ropero decidido a olvidarlo.
7.4.06
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3 comentarios:
definitivamente fumaba algo verde ¬¬
pobres pintores!.. siempre los tachan de lo mismo; igual que los poetas. Ni otro artista los respeta...mmm
Really amazing! Useful information. All the best.
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