Hoy llegó a mi casa una flamante máquina de coser "Singer", de pedal; tiene mínimo unos cuarenta años, está casí nueva. No se ha usado en los últimos veinticuatro años, los mismos que tengo de casada. Un día, en mis primeros días de matrimonio, se la pedí prestada a mi suegra, yo era la única que sabía coser aparte de ella; mis cuñadas nunca aprendieron, me dijo que no. -eres muy atravancada y yo la cuido mucho, no quiero que se me descomponga; al poco tiempo yo compré mi propia maquinita de coser eléctrica y portátil, con ella hice los uniformes de mis hijos, sus vestidos de baile, sus disfraces, vestidos de cumpleaños, etc. etc. y ahora que mi suegra ya no está, mis cuñadas decidieron que yo era la "unica que podía heredar semejante reliquia". -nadie más que tú la merece, porque "eres muy cuidadosa". Que cosas verdad?
3 comentarios:
yeah mom!..
ahora que coserás?:O
me la vas a prestar??
Aprenderás el legendario arte de cocer pedaleando y dando la vuelta a la manivela, además forma parte de tu dote matrimonial.
Orale!. Yo se usarlas. Con una así, mi amá nos hizo hasta calzones de manta, vestidos a la Tita y a mí; muñecas de trapo, vestidos para las otras muñecas. En esa máquina mi madre hizo su vestido de novia; con la cola de éste hizo mi primer vestido para ir a ofrecer flores a la virgen en Catedral y también mi vestido de primerra comunión. Años más tarde, llevé clases de costura en la Prevo; ahí tuve la suerte de tener como maestra en ese arte, nada menos que a Laura Delia Quintero, una de las poetas más importantes que existen en Sonora.
Oh, esa maquinita! me hizo recordar tantas cosas.
Saludos, Marm.
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